miércoles, 21 de diciembre de 2005

De Profundis


De Profundis (del latín; desde las profundidades)

Una caricia en el alma, plagiando a Bustamante;
un soplo de aire fresco;
una sonrisa al acostarme;
una ilusión por la mañana;
un quiero y no puedo;
una alegría constante;
la luz al final del tunel;
el agua fresca para la sed...

Esto no pretende ser un poema, ni una oda, ni tan siquiera una de esas composiciones a las que llaman poesía urbana. No es más que una deuda; una promesa. Casi una obligación.

Carácter fuerte, firme, indestructible.
Mil batallas, mil historias, mil alegrías y más penas.
Sufrir día a día con una sonrisa.
Luchar por lo que quieres, por lo que te mereces...
y ni una sola recompensa, ni un "gracias", ni tampoco un "bien hecho".

¿Así es como hay que querer, sin condiciones? ¿Sin esperar nada a cambio? Gran maestría la tuya, que nunca lo recriminas.

Y yo... que nunca pensé que podría decir esto... acabo de descubrir que mis aurículas y ventrículos laten por tí.

lunes, 19 de diciembre de 2005

Jou, jou, jou... FELIZ NAVIDAD!




Antes de que sea demasiado tarde y se me olvide felicitar las fiestas a alguien (siempe me pasa), he querido incluir aqui mi felicitación navideña, para que todos los que visitáis mi rincón (ya sea voluntariamente o porque os obligo mediante extorsión y amenazas) os deis por satisfechos. Es que no me pienso gastar una pasta en llamar a cada uno o mandar mensajes, que tengo que ahorrar para irme a Almería (una larga historia, la contaré otro día).

El caso es que como no tengo ni tiempo ni ganas, ni creo que en estas fechas vayáis a entrar mucho a leerme, seré breve. Prometo nuevas aventuras a la vuelta de las fiestas (tranquilos, que seguro que habrá alguna anécdota de esas familiares y ridículas).

Besos para
tod@s y mis mejores deseos para estas fechas. QUE VUESTROS SUEÑOS SE VUELVAN REALIDAD...

martes, 13 de diciembre de 2005

Mamá, quiero ser artista


Sí, quiero ser artista de las de verdad, de las que salen en la tele firmando autógrafos y en todas las revistas del corazón enseñando su casa. Quiero ser artista para que todos tengan mi nombre en su boca, para que me envidien unas y me desee otros.
Es que la fama tiene su punto, no te creas! Si eres famoso te persiguen los paparazzis, te acosan los fans, te salen amigos por todas partes (que ni los donetes consiguen tanta gente a tu alrededor), te invitan a las fiestas VIP y te relacionas con gente de la talla de Sonia Arenas (que presume de haberse cepillado a medio país) y Anita Obregón (que presume de... de... esto... de... bueno, que presume).
Claro, que parte de fama ya tengo, poca pero la tengo. Resulta que mi blog ha dado la vuelta al ruedo por las clases del CAP y todos mis compañeros me conocen (perdón por no conoceros yo, no me lo tengáis en cuenta). Por lo visto el señor Castañón ha ido enseñando mi página por los distintos grupos y ahora tengo un club de fans y esas cosas. Quién me lo iba a decir a mi, que siempre he sido tan discreta, tan modesta... (mentira cochina, pero bueno). A lo que voy, que me han salido admiradores entre mis compas de CAP y quería dar las gracias a todos aquellos que me han parado por el pasillo preguntandome aquello de "oye, tu eres la Centeno?" "Sí, por?" "Porque he visto tu blog, cómo has metido las fotos?" o "Oye, mola tu blog, me gusta como escribes" (especialmente para estos últimos, que aprecian la buena literatura). Pero sobre todo, dar las gracias a Laura (no nos conocemos, chiquilla, pero gracias por tu mail, me ha gustado mucho que digas esas cosas tan lindas de mi, pero no lo hagas muy a menudo porque me lo acabaré creyendo y me volveré una escritora de esas con muchos aires de grandeza). No en serio, gracias por tu mail, me alegra saber que hay alguien a quien le gusta lo que escribo (además de mi padre, claro, que ya me ha propuesto escribir un libro... de las memorias de mi madre! un cuadro...).

Así que, sigo en mis trece; quiero ser artista, que esto de que le digan a una cositas al oido... como que pone... y sobre todo, anima.

lunes, 12 de diciembre de 2005

¿Qué he hecho yo para merecer esto?

Esto de hacerme mayor no me gusta nada. Antes, cuando era pequeña, sólo tenia una cosa en mente y era crecer para ser mayor. Pero ahora que lo soy... ¡quiero tener 13 otra vez! Creces y te tienes que ajustar a las normas sociales y protocolarias; es decir, que eso de ir haciendo el ganso por la calle como cuando tienes 6 años ya está mal visto. Y que te gusten los dibujos de Shin Chan también, te dicen que eres una infantil, que crezcas, que eres más tonta que hecha de encargo, que estás perdida... En fin, que te hacen crecer aunque no quieras y tienes que dejarte el sindrome de Peter Pan en el cajón de los calcetines de rayas de colores y apechugar con lo que se te viene encima.
Primero decidir si quieres estudiar o ponerte a trabajar. Así, de golpe, sin avisar y sin anestesia. Pero como acabas de cumplir los 18 ya eres mayor de edad, ya puedes decidir. Y votar! Decides que estudiar, que lo de trabajar puede esperar, que el país no se va a derrumbar por esperarte unos añitos; pero ¿qué estudias? Tantas opciones ante tus ojos y ninguna te acaba de convencer, pero bueno, te decides por las 5 o 6 que menos te disgustan y a probar suerte, a ver donde nos cogen. Al final entras en Soria. ¿Dónde? En Soria. ¿Y eso donde queda? Pa'por ahí... junto a los pinos y las vacas. Siete años después y con más experiencia a la espalda acabas la carrera y, tras la euforia del "bien, ya soy licenciada!!!!!!" te das de bruces con el "vale, ya soy licenciada, y ahora que hago con mi vida???". Te sale un curro de mierda, que te pagan cuatro duros, pero claro, a ver quien es el listo que no lo acepta, porque necesitas experiencia de lo que sea. Y un mes después vuelves a casa, con el rabo entre las piernas y las orejas gachas, esperando que en casa aun se acuerden de tí, y te dejen volver a ocupar tu sitio a la mesa.

Total , 25 años y todas tus pertenencias caben en dos maletas; todos tus ahorros harían que se asustara un vagabundo, y todos tus amigos empiezan a decir aquello de "que me caso!". Y lo dicen como si fuera algo bueno. Con esa sonrisa de cordero degollado de "estoy super-feliz, estoy super-feliz" (by la Esteban). Y ahí llegan todos los problemas. 

El primero, decidir si vas o no vas. Cómo no vas a ir, mujer. Tienes que ir, que no se diga que eres una sosa y una aburrida.
El segundo, decidir si llevas vestido, falda o pantalón. Y cuando ya lo tienes claro, a buscar por todas las tiendas para acabar en el corte inglés buscando algo que te quepa; ya no buscas lo bonito, sino lo que te cabe, y después seleccionas lo menos feo.
El tercero, empezar a ahorrar para el regalo. Porque como ya tienen de todo, mejor les damos dinero. 100 eurazos me cuestan las bodas. Más el vestido, más el viaje, más el alojamiento, más... es que a ninguno se le ocurre casarse en casa, no, todos fuera, cuanto más lejos mejor. Hasta Valencia que se fue una el año pasado de boda! Pero un amigo es un amigo, claro, y si te invita... será que quiere que vayas, no? Otra cosa es que se case aquí al lado, que eso como que no tiene emoción... Se pierde la aventura del viaje y esas cosas, pero bueno.

En fin, que yo no sé que es lo que he hecho para que ahora me tengan que invitar a otras dos bodas, y eso antes de que llegue la temporada alta de la BBC (bodas, abutizos y comuniones), que no me quiero imaginar que pasará en febrero, que es cuando le entra la prisa a todo el mundo por enviar las invitaciones. Virgencita, que me quede como estoy, que a este paso cuando yo me decida a enviar las de mi boda, mis amigos ya tendrán nietos. Y me temo que me espera una comunión en mayo para acabar de rematar.
Dicen que siempre es mejor ir de boda que de entierro, pero la verdad es... que sale mucho más caro.

domingo, 11 de diciembre de 2005

Aquellos maravillosos años






Aquí Crivillé y Nieto preparados para el gran premio.


De pastora y con pose sexy... ya era un poco exhibicionista con 3 años
Y cómo me gustaba ya tunearme!! Pintada como una puerta y sin espejo cerca.
La cara de buena la conservo, pero sólo eso. Esta es la muestra de que los cuerpos, con el paso del tiempo, se deterioran, no como el vino.

Esta soy yo!!


Ante la avalancha de solicitudes pidiendo que de la cara, aquí me tenéis, para que sepáis de una vez quién y cómo soy.

Las lágrimas para llorar cuando valga la pena


Lo ideal sería que ahora yo me pusiera a escribir y las palabras me salieran solas, para crear una entrada bonita, original y directa. Lo ideal sería ser capaz de escribir algo sin necesidad de buscar la inspiración en todas partes. Lo ideal sería tener una musa a mi disposición 24 horas al día para aprovecharse de ella y dejar que iluminara mi mente. Eso sería lo ideal, pero hay tan pocas cosas ideales...

Así que ante la falta de ayuda divina, y ya que mi cabeza se niega a pensar mucho esta tarde, creo que me dedicaré a alegrar la vista a unos pocos y a dejar a otros pocos con las ganas. En alguna otra ocasión ya he hablado de Eduardo Galeano y su Libro de los abrazos (1989), y hoy quería incluir aquí algún cuento de este libro.

Celebración de la voz humana

Los indios shuar, los llamados jíbaros, cortan la cabeza del vencido. La cortan y la reducen, hasta que cabe en un puño, para que el vencido no resucite. Pero el vencido no está del todo vencido hasta que le cierran la boca.
Por eso le cosen los labios con una fibra que jamás se pudre.

Celebración de las bodas de la razón y el corazón

¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?. Desde que entramos en la escuela o en la iglesia, la educación nos descuartiza: nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón. Sabios doctores de Ética y Moral han de ser los pescadores de la costa colombiana, que inventaron la palabra sentipensante para definir al lenguaje que dice la verdad.

Celebración de la amistad

En los suburbios de La Habana, llaman al amigo mi tierra o mi sangre. En Caracas, el amigo es mi pana o mi llave: pana, por panadería, la fuente del buen pan para las hambres del alma; y llave por...
-Llave, por llave -me dice Mario Benedetti.
Y me cuenta que cuando vivía en Buenos Aires, en los tiempos del terror, él llevaba cinco llaves ajenas en su llavero: cinco llaves, de cinco casas, de cinco amigos: las llaves que lo salvaron.


La función del arte

Diego no conocía la mar. El padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al sur.
Ella, la mar, estaba más allá de los altos médanos, esperando.
Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, la mar estalló ante sus ojos. Y fue tanta la inmensidad de la mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su padre:
—¡Ayúdame a mirar!

La noche

1. No consigo dormir. Tengo una mujer atravesada entre los párpados. Si pudiera de diría que se vaya, pero tengo una mujer atravesada en la garganta.

2. Arránqueme, señora, las ropas y las dudas. Desnúdeme, desnúdeme.

3. Yo me duermo a la orilla de una mujer: yo me duermo a la orilla de un abismo.

4. Me desprendo del abrazo, salgo a la calle. En el cielo, ya clareando, se dibuja, finita, la luna.
La luna tiene dos noches de edad.
Yo, una.