jueves, 13 de septiembre de 2007

Gaudeamus Igitur


Sí, voy a volver a entonar el Gaudeamus que cantamos el día de mi graduación (a la que por cierto no fui) y regresar a la vida universitaria. En realidad debería decir que nunca la dejé por completo, así que la vuelta no resultará demasiado traumática. Hace un par de días decidí que iba a retomar mis estudios universitarios. Sí, vale, ya tengo una licenciatura y estoy con el doctorado, pero me ha dado por ahí y me vuelvo a la loca vida del universitario. Es que los jueves son mucho jueves...

El caso es que esta mañana he ido a la secretaría a buscar los papeles y al salir iba yo toda feliz con mi sobre de matrícula y sintiéndome como si tuviera otra vez 18 años y paseara de nuevo por Soria. Luego me he dado cuenta de que iba sonriendo como una tonta por la calle y he decidido volver a adoptar mi rol de profesora universitaria seria y formal y fruncí el ceño (signo inequívoco de que eres un profesor amargado) y he vuelto a casa. Ahora tengo delante de mí un sobre con 5 papeles diferentes. El primero es una guía en color con las normas de matrícula para el curso 2007/2008 de la Universidad de León. Destaco EN COLOR porque es lo más llamativo que tiene, el resto no hay cristo que lo entienda, pero los contrastes de grises y amarillos resultan de lo más entretenido e hipnotizante. El segundo papel es una solicitud de Carné Universitario para alumnos de primer y segundo ciclo. El tercero es la tarifa de precios. El cuarto es un cuestionario para estudiantes de nuevo ingreso, y el último de los papeles es un tríptico de matrícula.

La guía me conquistó desde el primer momento, tal vez por su colorido. No sé si apuntaré el código de Derecho Penal Europeo o Didáctica de las Nuevas Tecnologías, pero esos colores me fascinan...

Lo de la solicitud de carné universitario no lo acabo de ver claro. Es decir, cuando el año pasado entré a formar parte del profesorado de la Universidad de León ya me dieron mi carné (carné que no tuve que pagar, por cierto) y mi pregunta es: ¿qué carné tengo que sacar cuando me lo pidan a partir de ahora?

La tarifa de precios no duele tanto, pensé que sería peor. Después de pagar en Soria casi 14 eurazos por crédito, los 2,31 de aquí me parecen calderilla. Bueno, eso y que aquí sólo tengo que cursar 188 créditos para conseguir mi nuevo título y en Soria sólo el primer año ya hice casi 100, pero no vamos a empezar el curso poniendo pegas.

Los cuestionarios estos nunca los he entendido. Quiero decir, ¿a alguien de la universidad le importa si mi padre o mi madre tienen estudios superiores o no? Porque yo no lo acabo de entenerder, sinceramente. Si la que va a estudiar soy yo!

Y ya el tríptico con la matrícula... es de lo más. Casi hay que estudiar antes una ingeniería para entenderlo.


No obstante, tengo mis reparos con esto de volver a ser estudiante. Es que a mi edad una ya se plantea si lo de estar rodeada durante 6 horas al día de hormonas en ebullición es realmente productivo. Además, esta tarde empecé a plantearme ciertas dudas y dilemas que me van asaltando por momentos. Por ejemplo, el primer día de clase... ¿me presento en 1º como su profesora de inglés o como la compañera de clase más vieja? Vale, he olvidado decir que vuelvo a la universidad para cursar estudios en Turismo, es decir, la misma facultad en la que doy clase me va a acoger también como alumna. Realmente es una situación extraña. Aunque no deja de tener su punto; si un día no voy a clase de contabilidad y pido apuntes... ¿quién va a ser el valiente que no me los deje? Es arriesgarse a suspender inglés para septiembre...! Y cuando llegue el examen de inglés... ¿me suspenderé o me aprobaré? ¿me pillaré copiandome? ¿seré objetiva corrigiendo mi examen o me pondré quisquillosa?


Creo que va a ser un buen año. Muy divertido. Y lo mejor de todo es que VUELVO A LOS JUEVES LOCOS UNIVERSITARIOS. Lástima que ya no esté en Soria, ni tenga cerca a Carolina ni podamos volver al rincón del amor del Cadillac...

Gaudeamus igitur, iuvenem dum sumus....

3 comentarios:

Ana Gallardo dijo...

El curso pasado empezó mi hija su carrera universitaria. El curso pasado decidí retomar mis propios estudios donde los dejé y me matriculé en el programa de Doctorado en Quimica e Ingenieria Química. Compatibilizar estudios con trabajo es siempre complicado pero las horas que pasé en las clases (mientras el movil se derretía de tanta llamada perdida), los trabajos y algún café con mis insultantemente jovencísimos compañeros de clase, fueron un soplo de aire fresco en mi ajetreada vida. Da igual si alguna vez cuelgo el título en mi pared (por ahora los otros tampoco están colgados... jajajajaja) pero volver a la univarsidad es el mejor tratamiento antiarrugas que podía desear, lo recomiendo encarecidamente.

Ana Gallardo dijo...

Y sobre lo tuyo, solo un apunte, lo de pillarte copiando a ti misma da mal rollo... ¿no deberías dar ejemplo?... jajajajaja Suerte y disfruta

Ana dijo...

Gracias, seguro que lo haré